microalgas

En la naturaleza, existen seres diminutos que desempeñan un papel fundamental en el equilibrio de los ecosistemas. Hoy hablaremos acerca del fascinante universo de las microalgas, organismos aparentemente insignificantes pero con un impacto trascendental en nuestro planeta.

Son microorganismos unicelulares que tienen la capacidad de realizar la fotosíntesis. Generan biomasa orgánica a partir de CO2 y luz, usando el agua.

Crecen usando luz como energía y CO2 como fuente de carbono y necesitan especies nitrogenadas como nitrato, amonio o aminoácidos.

Han demostrado ser una fuente prometedora de fertilizantes orgánicos debido a su capacidad para proporcionar nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas. Aquí hay algunos ejemplos de cómo pueden utilizarse como fertilizantes:

Nitrógeno y fósforo. Son ricas en nutrientes como nitrógeno y fósforo, dos elementos clave para el crecimiento de las plantas. Estos nutrientes son esenciales para la síntesis de proteínas y la producción de energía en las plantas.

Micronutrientes. También contienen una variedad de micronutrientes como hierro, zinc y manganeso, que son esenciales para el crecimiento saludable de las plantas.

Biodisponibilidad. Los nutrientes presentes en estos organismos suelen estar en formas fácilmente disponibles para las plantas, lo que significa que pueden ser absorbidos y utilizados más eficientemente en comparación con otros fertilizantes.

Sostenibilidad. Su uso puede considerarse más sostenible en comparación con los fertilizantes químicos convencionales, ya que pueden cultivarse utilizando recursos renovables como la luz solar y dióxido de carbono, y también pueden ayudar a reducir la dependencia de fertilizantes sintéticos.

Pueden incorporarse en diferentes formas, como extractos líquidos o polvos secos, lo que permite una fácil aplicación y adaptación a las necesidades específicas de las plantas y los cultivos.

Algunas especies tienen la capacidad de absorber contaminantes del agua y el suelo, lo que puede mejorar la calidad del mismo y promover un ambiente más saludable para el crecimiento de las plantas.

Pero hay que indicar que su uso como fertilizantes aún está en proceso de investigación y desarrollo, y que su efectividad puede variar en función de las condiciones locales, los tipos de cultivos, las prácticas agrícolas específicas, así como sus efectos a largo plazo como fertilizantes en la salud del suelo y el medio ambiente.

¿Qué son las microalgas?

Imagina por un momento un mundo invisible a simple vista, donde la vida bulle en formas diminutas pero poderosas. Estos microorganismos son precisamente eso: organismos unicelulares que habitan en cuerpos de agua dulce, salada e incluso en suelos húmedos. Su tamaño microscópico no debe subestimarse, ya que son responsables de producir alrededor del 50% del oxígeno que respiramos y son la base de la cadena alimentaria en numerosos ecosistemas acuáticos.

Desde los mares más profundos hasta los charcos más pequeños, proliferan adaptándose a una amplia gama de condiciones ambientales. Su capacidad de fotosíntesis las convierte en verdaderas fábricas de oxígeno, contribuyendo de manera significativa a la salud del planeta.

¿Dónde se encuentran?

Pueden encontrarse en una variedad de hábitats, desde los océanos hasta los lagos de agua dulce, pasando por estanques, ríos e incluso en el suelo húmedo. Su capacidad para adaptarse a diferentes condiciones ambientales las convierte en organismos sumamente versátiles y ubicuos en la naturaleza.

microalgas

En los océanos, forman parte del fitoplancton, un conjunto de organismos microscópicos que flotan en la columna de agua y que son la base de la cadena alimentaria marina. En aguas dulces, estas diminutas criaturas pueden encontrarse tanto en ambientes naturales como en sistemas acuáticos artificiales, como estanques de cultivo.

¿Qué tipo de microalgas existen?

Su diversidad es sorprendente, con miles de especies identificadas hasta el momento y muchas más aún por descubrir. Estas pueden clasificarse en diferentes grupos según sus características morfológicas y fisiológicas.

  • Diatomeas: Son algas unicelulares que se caracterizan por tener una pared celular de sílice, lo que les confiere una estructura rígida y transparente. Son abundantes en ambientes acuáticos y desempeñan un papel crucial en la producción de oxígeno y en la cadena alimentaria marina.
  • Euglenofitas: Son unicelulares y pueden ser autótrofas (realizan fotosíntesis) o heterótrofas (se alimentan de materia orgánica). Su forma característica en espiral y la presencia de una estructura llamada estigma las hacen característicamente diferentes.
  • Cianobacterias: Aunque técnicamente no son algas, las cianobacterias son microorganismos fotosintéticos que pueden encontrarse en una amplia variedad de hábitats acuáticos. Son conocidas por su capacidad para formar floraciones, algunas de las cuales pueden ser tóxicas para otros organismos y para los seres humanos.

Estos son solo algunos ejemplos de la diversidad de microalgas que habitan en nuestro planeta. Cada una de estas especies desempeña un papel único en los ecosistemas donde se encuentran, contribuyendo a la salud y el equilibrio de la vida en la Tierra.

Investigación en viticultura

En el campo de la Viticultura se están realizando diferentes ensayos que están consiguiendo unos resultados óptimos y de sostenibilidad y eficacia en la producción.
Existe uno en la Finca Bergonza, Toledo, por Viñedos del Río Tajo, que ha demostrado que el uso de biofertilizantes a base de microalgas es viable, y mejora significativamente aspectos clave de la producción y calidad vitivinícola.

En esta Finca realizaron una comparación usando fertilizantes tradicionales por un lado, y biofertilizantes de  por otro.

microalgas

El uso de estos últimos producía un aumento en el número de uvas por racimo, además de mayor tamaño y con mayor concentración de azúcar.

La coordinación de este proyecto (Algavid) fue llevada a cabo por la Fundación Ayesa e integrada por entidades como Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, G2G Algae Solutions, el centro tecnológico Leitat, entre otros.

Se intenta buscar la eficacia de estos bioestimulantes y fomentar prácticas agrícolas más ecológicas, además de explorar el uso de energías renovables para su cultivo in situ en fincas viticultoras de Zaragoza y Córdoba.

Además se integran tecnologías avanzadas para el monitoreo preciso de las condiciones del viñedo, a través de sensores con Inteligencia Artificial, digitalización, etc.

Los citados sensores miden variables edáficas, ambientales y fenológicas para el análisis de nutrientes en el suelo, ofreciendo una visión detallada y en tiempo real de su impacto.

Otro avance es el desarrollo de una plataforma de datos por parte de la Fundación Ayesa, que permitiría a los viticultores acceder a información muy importante acerca del estado de sus cultivos a través de los sensores citados arriba. 

Además de informar, también emite recomendaciones personalizadas, facilitando decisiones más acertadas, por ejemplo sobre riego,  su aplicación y uso de fertilizantes tradicionales.

Lo que se espera en el futuro

Todo nos lleva a un futuro que representa un avance en la producción vitivinícola más sostenible y eficiente y a la recuperación de la microbiota del suelo y la lucha contra su erosión con un uso más eficiente del agua.

Su uso en la agricultura abre la puerta a prácticas que no solo benefician al sector vitivinícola, sino posiblemente a otros cultivos.

Este proyecto de Algavid tiene una fecha de finalización prevista para marzo de 2025 y se posiciona como un proyecto pionero en la incorporación de bioestimulantes a base de estos microorganismos en la viticultura. Los resultados preliminares invitan al optimismo y marcan el camino hacia una producción de vino más verde, eficiente y sostenible.

Hay que esperar a resultados realmente concluyentes, continuando con más investigación y ensayos acerca del potencial de las microalgas como bioestimulantes en la viticultura y quizás en otros cultivos y disciplinas.

Pueden ser una fuente de biocombustibles renovables. A través de la fotosíntesis, convierten la luz solar en energía química, produciendo biomasa que luego se puede convertir en biocombustibles como biodiesel y bioetanol. Investigadores españoles están trabajando en mejorar los métodos de cultivo y la eficiencia de conversión para hacer los biocombustibles de microalgas más competitivos frente a los combustibles fósiles.

Son una fuente de compuestos bioactivos con propiedades farmacéuticas y terapéuticas. Se están investigando para el tratamiento de enfermedades como el cáncer, la diabetes, enfermedades neurodegenerativas y trastornos metabólicos. Además, se utilizan en la producción de cosméticos, suplementos dietéticos y productos para el cuidado de la piel debido a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.

Aplicación biotecnológica

También tienen un gran potencial en la biotecnología para la producción de enzimas, pigmentos, bioplásticos y productos químicos industriales. Además, pueden usarse en el reciclaje de aguas contaminadas, absorbiendo contaminantes como metales pesados ​​y nutrientes excesivos. Se están desarrollando tecnologías para aprovechar mejor estas capacidades en aplicaciones industriales y medioambientales.

El futuro de las microalgas parece muy prometedor en múltiples campos debido a su versatilidad, su capacidad para crecer en diversas condiciones y su potencial para proporcionar soluciones sostenibles a desafíos en áreas como alimentación, energía, salud y medio ambiente.

En resumen, son organismos diminutos pero poderosos que desempeñan un papel fundamental en la salud de nuestro planeta. Desde la producción de oxígeno hasta la base de la cadena alimentaria en los ecosistemas acuáticos, estas diminutas criaturas son verdaderos titanes invisibles de la naturaleza.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *